Antes de nacer me llamaba Francisco... lo cuál me hace suponer que no existían las ecografías. Todas las pruebas que se realizaban a modo de pueblo indicaban que iba a ser un niño, así que ese iba a ser mi nombre.
Mi padre se llevó tal disgusto que me desnudó para comprobar que el médico no lo estaba engañando... hasta que por él mismo comprobó que no traía “colita” de serie.
Me hubiera convertido en su hijo preferido... pasé a ser la hija preferida. Aunque me quedé sin mi vestimenta del Fútbol Club Barcelona con balón incluido, que pasó a ser de mi hermano que nació dos años después.
Creo que se promovió tanto que iba a ser un chaval, que me inculcaron sus gustos... siempre jugaba con los juegos de mis hermanos, en la calle con los juegos de chicos... y con el tiempo he descubierto que puedo estar viendo un partido de fútbol o una carrera de coches con la misma afición...
El día de reyes estaba deseando que mis hermanos abrieran sus regalos porque serian mis juegos en las próximas semanas... sabía con antelación que iban a recibir porque siempre supe quienes eran los verdaderos portadores de juguetes, no sufrí la desilusión de averiguar que eran mis padres, ya que yo misma iba con mi madre a comprar los juguetes de mis hermanos. Aunque voy a confesar que si me desilusionó saber que ni siquiera los caramelos eran lanzados a mi casa con una precisión increíble, para aterrizar en mis zapatos, por parte de los Reyes Magos... sip, reíros estaba convencida de que los caramelos sí los traían ellos... No confesé mi desilusión para evitar las risas. Pero creía en esos tres personajes que danzaban casa por casa lanzando caramelos...
Entonces, a los niños, se nos podía amenazar durante todo el año si no éramos buenos “No vendrán a verte los Reyes si te portas mal...” y esta amenaza nos la tomábamos en serio... sobretodo durante el mes de diciembre y primeros días de enero. Hoy mi sobrina de cuatro años ha conseguido adelantar los Reyes al 15 de agosto si se lo propone... solo ha de pasarse un rato llorando para conseguir un juguete...
No los envidio a los niños de hoy... si bien es cierto que tienen más comodidades, más cosas... han perdido una gran lección... el valor de las cosas. Yo podía conseguir entre uno y tres juegos al año... y lo valoraba. Mi sobrina puede conseguir entre quince y veinte solo en su cumpleaños... Pero sigo sin envidiarlos, nosotros aprendimos los juegos de calle... siempre fueron más divertidos.
Solo envidio una cosa... los columpios que tienen ahora en los parques!!! Son chulísmos!!!... aún recuerdo las colas que hacíamos para conseguir montarnos en el columpio que pusieron en la puerta del colegio...
Hoy me llamo Umeka, Ume, Montse, Montserrat, Mon, Pose, Tita, Princesa, Pequeñaja, Petita, Reina, BOV, Niña, Flor, Hija, Tata, Polvorilla... y si depende de mi abuela me puedo llamar Tina, Mari, Ángeles, Marta... ya que pronuncia cualquier nombre a la hora de llamarme excepto el mío...
Frase del día (H. en su nick)
“No dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana” (Viva la gandulitis!!!)
Mi padre se llevó tal disgusto que me desnudó para comprobar que el médico no lo estaba engañando... hasta que por él mismo comprobó que no traía “colita” de serie.
Me hubiera convertido en su hijo preferido... pasé a ser la hija preferida. Aunque me quedé sin mi vestimenta del Fútbol Club Barcelona con balón incluido, que pasó a ser de mi hermano que nació dos años después.
Creo que se promovió tanto que iba a ser un chaval, que me inculcaron sus gustos... siempre jugaba con los juegos de mis hermanos, en la calle con los juegos de chicos... y con el tiempo he descubierto que puedo estar viendo un partido de fútbol o una carrera de coches con la misma afición...
El día de reyes estaba deseando que mis hermanos abrieran sus regalos porque serian mis juegos en las próximas semanas... sabía con antelación que iban a recibir porque siempre supe quienes eran los verdaderos portadores de juguetes, no sufrí la desilusión de averiguar que eran mis padres, ya que yo misma iba con mi madre a comprar los juguetes de mis hermanos. Aunque voy a confesar que si me desilusionó saber que ni siquiera los caramelos eran lanzados a mi casa con una precisión increíble, para aterrizar en mis zapatos, por parte de los Reyes Magos... sip, reíros estaba convencida de que los caramelos sí los traían ellos... No confesé mi desilusión para evitar las risas. Pero creía en esos tres personajes que danzaban casa por casa lanzando caramelos...
Entonces, a los niños, se nos podía amenazar durante todo el año si no éramos buenos “No vendrán a verte los Reyes si te portas mal...” y esta amenaza nos la tomábamos en serio... sobretodo durante el mes de diciembre y primeros días de enero. Hoy mi sobrina de cuatro años ha conseguido adelantar los Reyes al 15 de agosto si se lo propone... solo ha de pasarse un rato llorando para conseguir un juguete...
No los envidio a los niños de hoy... si bien es cierto que tienen más comodidades, más cosas... han perdido una gran lección... el valor de las cosas. Yo podía conseguir entre uno y tres juegos al año... y lo valoraba. Mi sobrina puede conseguir entre quince y veinte solo en su cumpleaños... Pero sigo sin envidiarlos, nosotros aprendimos los juegos de calle... siempre fueron más divertidos.
Solo envidio una cosa... los columpios que tienen ahora en los parques!!! Son chulísmos!!!... aún recuerdo las colas que hacíamos para conseguir montarnos en el columpio que pusieron en la puerta del colegio...
Hoy me llamo Umeka, Ume, Montse, Montserrat, Mon, Pose, Tita, Princesa, Pequeñaja, Petita, Reina, BOV, Niña, Flor, Hija, Tata, Polvorilla... y si depende de mi abuela me puedo llamar Tina, Mari, Ángeles, Marta... ya que pronuncia cualquier nombre a la hora de llamarme excepto el mío...
Frase del día (H. en su nick)
“No dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana” (Viva la gandulitis!!!)
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