lunes, marzo 27, 2006

Hacer entender...


Hay gente que no entiende como alguien puede levantarse a las 5 y media de la mañana un domingo para ir a la montaña, skiar... disfrutar de la impresionante naturaleza...

No es la hora, no es solo el estar allí... Disfrutar de una escapada empieza en el momento que una se levanta... que sé da una ducha... que se toma un café... que llega un amigo... Empieza en el momento que el viaje se transforma en conversación... si la compañía es buena... la conversación es mejor... Empieza en el momento que llevas una hora de viaje y el Sol empieza a hacer su particular aparición... de la que nadie se escapa...

Sigue cuando paras a desayunar, cuando llegas al lugar después de 4 horas de risas y charlas tan interesantes como divertidas... sigue cuando te preparas para un día en la nieve, una superación a la última vez, un salto que no te atreviste a hacer nunca... unas fotos para el recuerdo... unas cervezas mientras descansas...

Sigue cuando decides volver, cuando analizar lo divertido del día... a veces en compañía y otras tú y la nieve, tú y el próximo reto...

La vuelta siempre es cansada, pero te sientes con el deber cumplido, con un día bien aprovechado... Y sigue en la vuelta, la conversación, los secretos, las ganas de contar cosas que necesitabas explicar... y descubrir que también existe gente como tú... conocer mejor a esos amigos con los que rara vez puedes pasarte horas hablando...

Sigue llegando a la conclusión que la vida es demasiado sencilla, que merece la pena pararse a contemplar como el Sol que apareció, desaparece... que todo se vuelve de un color maravilloso... y que solo por volver a sentir esa sensación de estar viva, merece la pena volver a levantarse al día siguiente con una sonrisa... que estamos rodeado de cosas tremendamente bellas...

Y el día acaba con las anécdotas... con una últimas cervezas... Y con el color de cara que te recuerda que debiste echarte más crema protectora jejeje!!!

Frase del día
“Has visto que fácil es ser feliz...”

lunes, marzo 20, 2006

Huracán...


Una noche un amigo me pidió que no fuera nunca huracán... difícil, no he tenido nunca fuerza para eso... Aunque me recordó que los huracanes son la acumulación de viento, así que dependiendo de cómo me pillarán, podría llegar a serlo... Así empezó una conversación que se transformó en un cuento compartido...

Umekabreada Isozaki!!! El más terrible huracán de todos los tiempos ha azotado Rumania desolando a toda la población... el más devastador. Miles de rumanos abandonaron sus hogares buscando asilo en Hungría, Polonia e Italia.

Solo una persona puede detener este huracán, y allí se encontraba luchando a capa y espada contra él... El Coronel T. Jefe de las fuerzas de paz del medio Este. Blandiendo una simple rosa en la mano derecha y una postal en la otra, se dirige hacia el huracán.

Pero el huracán Umekabreada se resiste, tumbando árboles y muros, castillos, abriendo la Tierra ante los pies del coronel. Él con el rostro desencajado, nunca había visto tanta destrucción, ni un poder tan destructor... pero tiene una idea... Decide cantar, una canción sobre el mundo.

“Déjame llevarte de viaje,
alrededor del mundo y vuelta.
Y no tendrás que moverte,
sólo sentarte quieta”

Ante semejante letra, el huracán, que no quiere escuchar, no puede evitar sentirse invadido por las notas. El coronel sigue entonando la cancioncilla. El huracán se sienta, y con la misma furia en los ojos, le escucha. Aún rondando alrededor del coronel... quiere destruirlo todo, destruir el mundo... sin conseguir acercarse al coronel, gira y gira mientras escucha la canción.

Paso a paso el coronel se acerca. Suelta la rosa y la postal y le muestra las manos desnudas. Se vislumbra un atisbo de duda en la mirada del huracán. El coronel solo dice dos palabras, apenas audibles con el estruendo del la destrucción: “Camina conmigo”.

El huracán que jamás había recibido tal atención de ningún ser humano, puesto que siempre huyen al aparecer, se detiene, poco a poco de girar, hasta convertirse en una suave brisa alrededor del coronel. Allí espera, desconfiado huracán con nombre de mujer, no está seguro de que el coronel no vaya a atacarle.

El coronel abre los ojos, nunca antes había visto cuanta belleza se puede esconder tras tanta destrucción. Mueve los labios, como si fuera a decir algo, pero su garganta no articula sonido alguno. El coronel no puede más que llorar. Una lágrima cae por su mejilla, terminando por suicidarse en su barbilla, y tras ella, otra cuantas.

El huracán se sorprende, porqué llora?, que puede hacer ahora?... El coronel no atacará. Así que convierte en brisa suave, lo rodea con sus brazos invisibles, se vuelve cálida, le acaricia la mejilla, lo envuelve... solo quiere dejar de destruir, solo quiere que el coronel la mire, y contemple que también puede ser juguetona con las ramas de los árboles, crear bonitos remolinos con ellas...

El coronel se arranca los galones de guerra, las condecoraciones que con tanta muerte a ganado con el pasar de los años, los arroja lejos. Ella le hace una señal, él respira hondo. Lentamente ella entra en sus pulmones, con ese dulzura, con esa calidez. El coronel deja de respirar, ya no necesita oxigeno, ella se lo proporciona. A medida que pasan los minutos, se vuelve de un precioso color plata, se va volviendo transparente. Poco a poco desaparece su figura, y se convierte en viento. Un viento diferente al que él era antes, ahora es libre, es correspondido.

Es por eso que los días de tormenta, se pueden ver dos tifones juntos, que se arremolinan y juegan, y los días de calma, a cada brisa cálida, la sigue una fresca. Y es por ello que debemos recordar, que aunque seamos furia, siempre hay alguien que nos sabe calmar, o bien nos acompaña. El valor del cariño...

Frase de aquel día
“Nos ha quedado un cuento genial...” (Cierto)

sábado, marzo 11, 2006

Camino de Soria...


- Mañana me voy a Soria.
- Y eso? Pa qué?
- De kdd del Club Almera... no sé, te vienes?
- Ups, trabajo, sino me iría... A cuánto está?
- A 460 kms...
- Joder!!, bueno si esperas a que salga voy contigo... salgo a las 12h.
- Estas seguro? Mira que me quería ir a las 10h, pero casi me da igual esperar un par de horas.
- Enga pues...
- Jejeje, no sabes lo que has hecho...

Y de esa manera tan tonta, y unas cervezas, Ume lía a un amigo, éste lía a otro... y se van a Soria...

Al levantarme el sábado, vía e-mail recordé la promesa de la noche anterior, no fuera a ser que con tanta cerveza se hubieran olvidado... pero no, no fue así, aunque tenían la esperanza de que fuera yo quien me olvidara jajajaja...

El viaje a Medinaceli (en Soria) fue como tenía que ser, sol, lluvia, viento... y allí frío... mucho frío... con lo bien que estaba en Barna.

Al llegar, 17 personas, saludas a los que conoces, te presentas a los que no conoces... y siempre hay alguien especial a quien tenías ganas de conocer... La tarde pasa volando, ves el partido de la semana, ríes, bebes, charlas y más charlas... La noche se presenta muy divertida.

Por petición popular se decide que la habitación del botellón será la mía... es la más grande... y la noche como la tarde pasa volando... con tantas risas como cervezas... con tantas cervezas como momentos que no recuerdo jajajaja... Por suerte siempre existen las fotos y vídeos que te trae lo olvidado...

En fin, siempre es un placer disfrutar de esas caras conocidas con las que muy de vez en cuando te reúnes... y conocer las nuevas...

Como anécdota os contaré que nos cayó una señora nevada por la noche, y como críos salimos a las tantas de la madrugada a tirarnos bolas... una autentica guerra de nieve... Si es que somos como niños!!

Frase del día (de Titul)
“A qué me estoy flipando un poco?”
 
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