viernes, febrero 18, 2005

Casa desastre..


Hoy en día los bloques de pisos se hacen todos igualitos... el 1º 1ª es igual al 2º 1ª, o al 3º 1ª... incluso hay barrios enteros de pisos igualitos... pero en aquellos maravillosos años en los que yo nací, los pisos se iban haciendo a cachos, cuando había dinero... con lo cual no habían dos pisos en un mismo bloque iguales jajajaja...

Donde yo vivía, era si cabe, el bloque más extraño que jamás he pisado... al entrar en la portería, nos encontrábamos con un pasillo larguísimo, le tenía pánico de pequeña, porque al final habían unas escaleras que bajaban a un sótano... era como bajar a los sótanos de una casa encantada... en el pasillo habían tres puertas, la primera daba al garaje, la segunda a un patio donde una señora muy, muy mayor (yo la recuerdo con la bruja de Blancanieves), tenia a su disposición la cría de animales, gallinas y conejos... esto fue hace muchísimos años, con el tiempo este patio se adecuó para montar una emisora de radio local... y la tercera puerta daba a un lavabo!!! Si señores, que llegabas de la calle con ganas de hacer pis y no llegabas a casa... pues ahí tenias un servicio!!!...

En el sótano crecía un árbol que llegaba a la altura del bloque... era un sitio horrible para una niña pequeña... alguna vez tuve que bajar, porque como era de suponer cualquier cosa que mis hermanos o yo tirábamos por el balcón (como son los niños!!) iba a parar al sótano... acompañado del grito de mi madre “Baja a buscar lo que has tirado ahora mismo!!!” Recuerdo que desde arriba de la escaleras que bajaban a aquel terrible lugar intentaba localizar el objeto lanzado... bajar corriendo, cogerlo y subir sin mirar a ningún lado... allí había varias puertas... nunca supe que se escondía tras de cada una de ellas...

Por cierto, en aquel pasillo, también había una pequeña ventana que daba a la cocina del bar que tenía junto a la portería... la de charlas que me pegué allí con el camarero jajajaja...

Al subir las escaleras te encontrabas con una ventana... que daba a la cocina de la vecina, así que cada vez que subías a casa, la saludabas, ya que la mujer andaba cocinando o fregando los cacharros... En la misma planta había otra ventana, esta daba a la habitación de otra de mis vecinas... ésta por suerte casi siempre la tenía cerrada... Si seguimos subiendo a la segunda planta... aquí ya era la monda!!...una ventana que daba al lavabo de mi casa!!! Jajajaja... esto era el no va más, imaginar la cara que se me quedaba cada vez que estaba en la ducha y escuchaba subir y bajar gente al terrado del bloque!!!... Salía de la ducha con el miedo de encontrar una cara sonriente pegada a la ventana...

Si la escalera tenía guasa, mi casa aún la tenía más... El lavabo ya hemos dicho que daba al rellano... pero la habitación de mis hermanos tenía una ventana... si saltabas por ella, directamente estabas en casa del vecino... si si, como lo leéis... no había ni un patio ni nada, simplemente te colabas en su casa. El resto de la casa era más o menos normal... con excepción también de mi habitación... ésta tenia una ventana que daba a un patio de luces... Por todos es conocido que los patios de luces van desde el último piso al primero, a ras de la calle, no?... Pues éste no, llegaba desde algo más alto del techo de mi habitación al suelo de mi habitación... así que este patio de luces pasó a ser mi castillo cuando yo era pequeña... el habitáculo era de un metro de ancho por tres de largo... más que suficiente para que yo me escondiera allí y me apropiara de él...

La verdad es que era un piso un tanto extraño, pero hoy lo recuerdo con nostalgia... sobretodo la preciosa vista de la ciudad, la montaña y el mar que tenía desde allí...

Frase del día (De mi para él)
“No somos tan diferentes”

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