La casa cónica...

Se levantó temprano... tenía tantas cosas por hacer que le pareció que el tiempo se le escaparía... Salió a recoger unas grandes piedras, de esas que tantas veces había divisado paseando por la playa, aunque le costó elegirlas, dio con aquellas que encajarían perfectamente unas con otras...

Allí mismo decidió ir ordenándolas, una junto a otra, todas perfectamente unidas, ni siquiera el aire lograría pasar a través de ellas... Sé dio cuenta que construir casas de madera no le servía, el tiempo, el Sol, el viento, el agua, terminaba por deteriorarla... al cabo de poco tiempo el aguar podía fluir entre los maderos... el viento se filtraba... y le traía todo tipo de voces, que se empeñaban en quedarse cerca y tenían la osadía de preguntar...

Dejó varias puertas abiertas demasiadas veces, otra cosa que aprender “Casa con dos puertas, mala es de guardar”... Debía orientarla al mar, así conseguiría hacerla más inaccesible... los marineros no preguntaban, los caballeros de tierra sí... Fueron ellos mismos quienes la ayudaron a montar piedra sobre piedra...

Unas junto a otras, otras sobre éstas... sin darse cuenta la convirtió en una especie de cono... un extraño lugar de supervivencia... pero le agradó, en las noches de luna llena podría trepar desde el interior y salir a la superficie, lo suficientemente alta para contemplar el mundo a sus pies, lo suficiente para no dar que pensar, para no dejarse ver... Tal vez algún intrépido escalador sería capaz de escalar aquella extraña muralla tan cilíndrica...

Anocheció y subió, vio el brillo de la Luna sobre el mar... recordó aquellas lágrimas... y le vino a la mente aquella frase “Quiero un amor que cubra con teja de caños esta herida abierta”...

Frase del día
“Vive en mi un recuerdo que a veces despierta cuando duermo”