lunes, mayo 08, 2006

Demasiado cerca...


Cuando escribía lo hacía por varias razones, a veces solo por ella, otras para alguien que especialmente la leía, otras para cualquiera que quisiera leer, otras lo hacía para no olvidar... y pocas veces para convencerse de que escribiendo dejaría de pensar y se olvidaría...

Aquel día escribió para alguien que había dejado de leer, que dejó de estar, de ir donde estaba ella, de llamar solo para oír su voz...

Escribió para olvidar que su felicidad no iba ligada a la suya, que era inversamente proporcional, que cuando más claro parecía él tener las cosas, las dudosas las tenía ella, que cuanto más responsable se volvía él, más locuras hacia ella... que a camino recto... ella, siempre curvas...

Escribió para engañarse, para auto-convencerse de que el día que decidió cambiar su vida no se llevó casi todas sus ilusiones, aquellas que necesitaba para empezar un nuevo día...

Al terminar de escribir durmió y soñó que todo esto ya se lo había dicho, que ya no dejó nada en el tintero, no le fue difícil mezclar la realidad con los sueños...

Mañana volvería a sentarse en el mismo banco, lo bastante lejos para estar sin molestar, aunque no lo suficiente para sentirlo demasiado cerca o tal vez demasiado dentro...

Frase del día
“Igual mañana me olvido...”

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