Arriba el telón...

Anoche mezclé tres ingredientes perfectos… una divertida obra de teatro, un buen amigo y una cerveza… La obra, una sátira sobre las relaciones personales, cada cual con más razón o más divertida… concluimos con la verdadera realidad de que cada cual pone el límite a su propia felicidad y depende de él mismo decidir ser o no feliz…

Uno de los actores reclamaba ser infeliz, odioso… tener toda la colección de pecados capitales, la gula, la pereza, la lujuria… desear a la mujer del vecino, fumar, beber… Estaba harto de que el mundo le obligara a ser feliz, estar sano, dejar de fumar… él simplemente quería ser odioso… todo y a todo el mundo odiaba…

Existía también la pareja feliz, perfecta… se adoraban, se querían, se respetaban… Era todo casi perfecto a excepción de sus hijos… que eran los únicos de su clase que tenían a sus padres viviendo bajo el mismo techo… y se preguntaban porque sus amiguitos, al tener padres divorciados, tenían dos cumpleaños, dos casas, dos coches, dos navidades… tantos y tantos regalos de los que los colmaban para menguar su culpabilidad…

Cada uno de los personajes tenía su razón de ser, sus motivos válidos… y su visión de la vida tan diferente… Cada uno me dio motivo de charla e intercambio de opiniones… las relaciones son difíciles o… tan fáciles… por suerte tuve un buen interlocutor…

Frase del día
“No es cuestión de ser fiel, sino de ser leal…”