Pedraforca de nuevo...

Por tercer año bi-consecutivo (porque lo hago cada dos años), me desplacé a la cima del Pedraforca… Voy a confesar que a día de hoy aún tengo agujetas y lo hice el sábado… No sé si creer que me hago mayor para estos retos y que no me preparé lo suficiente… pero este año tuve que detenerme a coger fuerzas y aire muchas más veces que en años anteriores, y tal vez mi compañero de excursión me lo permitió y me aproveché de ello… otros años tiraron de mí hasta la cima sin permitirme muchos descansos.

Empezamos la aventura a las 8 y media de la mañana, llegamos a la falda de la montaña sobre las 11 de la mañana… sí, me perdí varias veces por una carretera que estoy harta de recorrer… y no, yo tampoco lo entiendo…

El recorrido tiene un desnivel considerable… el tabaco y la falta de ejercicio hicieron el resto… Al llegar a la cima, tras la larga subida y la grimpada que es la parte más difícil y “peligrosa”, empieza la parte divertida, sube rocas, baja rocas, sube rocas, baja rocas… y de allí a la cima!!!

El día se pude decir que acompañó, porque aunque amenazaba lluvia, simplemente estuvo nublado, que es mejor que tener un sol de justicia mientras subes… El descanso en la cima es corto, lo suficiente para comer algo, descansar poco y hacerte a la idea de que aún queda lo peor…

Se podría decir que bajar de una cima es lo más fácil… pero no, en el caso de Pedraforca es lo que te mata… una tartera que acaba de “joderte” las rodillas y los tobillos… parece algo interminable…

Pero al llegar de nuevo a la falda de la montaña, ya no recuerdas el esfuerzo y te queda una sonrisa en la cara por el reto conseguido… Así que una cerveza merecida, vuelta a casa, más cervezas merecidas… y un dolor en todo el cuerpo que te dura 4 días… divertido ehh!!!

Frase del día
“La vida es un esfuerzo digno de mejor causa”