Si algo sé es que me enseñó unos valores que parecen que hoy en día se han perdido, a respectar a los mayores, a ser buena en el colegio, a no arrastrar los pies cuando camino… a no levantarme de la mesa hasta que todo el mundo hubiera acabado, a no protestar, a hacerle caso a mi madre, a comerme todo lo que había en el plato… a dormir la siesta los fines de semana… a ceder el paso. Tanta y tantas cosas que yo considero básicas y mínimas en una educación… cosas que parecen haber olvidado los padres de hoy, por falta de tiempo, de tacto o simple pasotismo porque es más fácil dejar la educación de tus hijos en manos en otros.
Si bien es cierto que le faltó ese acercamiento hacía sus hijos, ser ese padre-amigo con el que puedes contar cuando tienes un problema… era mi padre, al que respectar por encima de muchas cosas y no contradecir…
Pero agradezco esos valores… ese saber diferenciar entre lo bueno y lo malo… y tantas cosas que han hecho de mí, lo que soy…
Hoy se cumplen 7 años, no quiero pensar si fue bueno o malo, si debería o no estar… su muerte me enseñó más cosas… que el tiempo pasa demasiado deprisa, que no se puede vivir en el pasado ni obsesionarse con el futuro… que el día de hoy, el ahora, este mismo segundo hay que vivirlo e intentar disfrutarlo al máximo… tal vez sea el último…
Frase del día
“Todos andamos en la cola de la muerte, por suerte, no sabemos en qué turno”
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