
Al final de la ciudad se encontraba el Jardín de los Deseos... allí acudían diariamente personas a recoger uno de sus deseos...
Laia empezó a acudir con temprana edad... y como todos los reunidos allí, recogía un deseo... eran como pequeñas flores de diferente colores... salía con ella del Jardín... lo cumplía y al tiempo volvía a por otro...
Un día reconoció a una viejecita que veía cada vez que acudía, y se sorprendió al observar que no recogía ningún deseo, solo acudía a visitarlos, los mimaba y cuidaba pero no se llevaba ninguno... y también le sorprendió observar que algunas personas había dejado de acudir...
La intriga pudo con ella... la ancianita tenía el mismo brillo e ilusión en los ojos de cuando seguramente contaba con su edad... y le preguntó porque nunca recogía un deseo...
- Mi niña, cuando alguien recoge un deseo, una ilusión, una meta y se la lleva... se cumple... la flor se marchita... y deja de existir esa ilusión... y ves? Al final no tienen ningún sueño que cumplir.
- Pero eso es lo que queremos, no? cumplir nuestros sueños...
- Y dejar que la vida pierda su sentido?... Prefiero seguir teniendo ilusión por ella hasta que llegue mi día... y luchar cada día por ella, con la alegría de volver y cuidar de mis deseos... Observa aquel señor... esta recogiendo su último deseo...
Laia observó y ciertamente un señor se disponía a recoger su última flor... se le veía apagado, sin vitalidad, sin más deseos...
- Cuando salga del Jardín su vida carecerá de sentido porque dispone de todo... no le queda ninguna ilusión...
Hoy Laia sigue visitando sus deseos... los cuida... los mima... pero ha aprendido a luchar y vivir con la misma ilusión de cuando habló con la ancianita...
Frase del día
“Los deseos se cumplen, solo si los deseas...”
Laia empezó a acudir con temprana edad... y como todos los reunidos allí, recogía un deseo... eran como pequeñas flores de diferente colores... salía con ella del Jardín... lo cumplía y al tiempo volvía a por otro...
Un día reconoció a una viejecita que veía cada vez que acudía, y se sorprendió al observar que no recogía ningún deseo, solo acudía a visitarlos, los mimaba y cuidaba pero no se llevaba ninguno... y también le sorprendió observar que algunas personas había dejado de acudir...
La intriga pudo con ella... la ancianita tenía el mismo brillo e ilusión en los ojos de cuando seguramente contaba con su edad... y le preguntó porque nunca recogía un deseo...
- Mi niña, cuando alguien recoge un deseo, una ilusión, una meta y se la lleva... se cumple... la flor se marchita... y deja de existir esa ilusión... y ves? Al final no tienen ningún sueño que cumplir.
- Pero eso es lo que queremos, no? cumplir nuestros sueños...
- Y dejar que la vida pierda su sentido?... Prefiero seguir teniendo ilusión por ella hasta que llegue mi día... y luchar cada día por ella, con la alegría de volver y cuidar de mis deseos... Observa aquel señor... esta recogiendo su último deseo...
Laia observó y ciertamente un señor se disponía a recoger su última flor... se le veía apagado, sin vitalidad, sin más deseos...
- Cuando salga del Jardín su vida carecerá de sentido porque dispone de todo... no le queda ninguna ilusión...
Hoy Laia sigue visitando sus deseos... los cuida... los mima... pero ha aprendido a luchar y vivir con la misma ilusión de cuando habló con la ancianita...
Frase del día
“Los deseos se cumplen, solo si los deseas...”